miércoles, 15 de febrero de 2017

Casilla de peones camineros en la N-325


Deambulando por el N del término de Elche, buscando el emplazamiento de una cueva que según uno de mis informantes cualificados estaba en la partida de la Peña de las Águilas, terminé saliendo a la N-325, conocida como “Carretera de la garganta” en las inmediaciones de Aspe. Fui a salir detrás de una casilla de peones camineros semiderruida, enfrente de una rotonda.
Puerta de acceso a la vivienda desde el patio
Me picó la curiosidad y como primer resultado me encuentro con que existe una más que abundante colección de material y referencias históricas en Internet alrededor de este tipo de construcciones lamentablemente abandonadas y dignas de mejor suerte. Incluso se pueden documentar algunos intentos meritorios para recuperarlas mediante nuevos usos y otros menos meritorios como la subasta de casillas y terrenos adyacentes para hacer caja. Es posible, por otra parte que aquí, en la Comunidad Valenciana aún sean propiedad del Estado y salvo honrosas excepciones es un patrimonio que está viniéndose abajo pese a que ya acumulan un montón de años en medio del desconocimiento general pues aventuro que muy pocos jóvenes menores de 30 años sabrán de que va el tema de los peones camineros, pese a que el refranero español contiene numerosas referencias a ellos, algunas incluso poco edificantes. 

Lateral E y W




detallas de la fachada y acceso
Desde el XVIII hasta la primera mitad del siglo XX el mantenimiento de la red viaria estatal se debía en buena parte a la existencia de las casillas y a las personas que quedaron vinculadas a ellas, los peones camineros.
Chimenea y alacena. 

Desprendimiento del cielo raso y aberturas en el techo


Una interesante entrada en el periódico digital Petrer al día proporciona una breve historia y abundante información: 
Modelos de casillas de peones camineros:
En estos casos el crecimiento de las ciudades ha integrado la casilla en el casco urbano

Incluso me he encontrado con un blog que va describiendo las casillas que visita, una iniciativa más que notable con abundante información interesante, que pretende hacer un inventario de las mismas.
La imagen que encabeza la entrada se ha extraído de Google street view


lunes, 6 de febrero de 2017

Un ejemplo de lectura transversal a partir de La Anábasis de Jenofonte

El genial Chummy Chumez desgranó en La Codorniz una frase ilustrada  "yo bubo para obludir", una señal inequívoca de éxito que procuro aplicarme trasladando a la lectura el objetivo en especial en el verano. Huyo además como alma del diablo de las novelas que te hacen pensar, donde el mensaje se enuncia casi desde la primera frase. Sinceramente, para reproducir la realidad está el cine, los documentales, la televisión, o la realidad misma desde la perspectiva de cada uno, y para enunciar ideas, ya hace tiempo que la narrativa quedó desbordada por otras fórmulas... O sea leo por el mero placer de leer y abstraerme de esa realidad machacona, aligerando la mente de lo que no sea evocar lo que se lee. Ya llevo encima suficientes intentos prácticos, ensayos, artículos, revistas, libros, intervenciones, opiniones, encuestas, el martilleo de la prensa y los boletines de noticias, etc., de manera que al final del día y en especial desde que aprieta el calor lo que procuro es abstraerme. Por eso me gusta la ciencia ficción y la fantasía épica, posiblemente los enfoques más alejados de la realidad cotidiana que nos invade por todos los poros, aunque se cuele por donde uno menos se lo espera.

Tras muchos años de incursiones gozosas por la ciencia ficción, últimamente estoy volviendo a su hermana gemela la fantasía en lo que comúnmente se conoce como novelas de espadas y brujería, buscando más allá de Tolkien o George R.R. Martin y huyendo expresamente de las ñoñerias para adolescentes, que abundan cada vez más. Y he de decir que a veces donde menos uno se lo espera salta la sorpresa: casi sin querer me tropecé con Paul Kearney y su trilogía de los Match (Los 10.000, Corvus, Los reyes del amanecer), basada en La Anábasis de Jenofonte.

Ya había leido El ejército perdido, una entretenida novelita histórica de Manfredi, bastante floja por cierto. En ella plantea como hipótesis implícita que los espartanos estarían tras la sublevación de Ciro contra su hermano (y rey) Artajerjes. Digamos que Kearney me ha hecho releer detenidamente La Anábasis, porque detalla cosas que Jenofonte omite para terminar poniendo en evidencia que la superioridad militar de los griegos estaba basada en algo repetido mil veces: los griegos son ciudadanos hasta cuando combaten, a diferencia de los súbditos persas. Pero es que Kearney nos mete de lleno en medio de la refriega, dentro de la temida falange de hoplitas, (y a veces en las incursiones de los auxiliares, los peltastas) algo que hasta la fecha no había leído: los ilustres ciudadanos capaces de convencer en la Asamblea resulta que también tienen que empujar pica en mano aunque sea desde la segunda o tercera fila y más cosas. De hecho Jenofonte terminó siendo uno de los líderes de la expedición.
Itinerario de los 10.000. Ilustración procedente de: http://sobrehistoria.com/la-retirada-de-los-diez-mil-la-anabasis/
A partir de ahí, encuentro una aproximación contemporánea al tema, La retirada de Jenofonte de Robin Waterfield,  que se nos presenta como el retorno en el S. XXI al itinerario seguido por los griegos en lo que según el autor sería la primera crónica de guerra de un ejército occidental en Oriente, lo que no anda lejos de nuestra casposa realidad, entrevista una y otra vez a través de los medios de comunicación. También contiene observaciones acerca de lo que Jenofonte omite o da por supuesto. 


Si elevamos solo un poco el punto de mira tenemos la continuación de la guerra del Peloponeso de Tucídides (Las Helénicas) y uno de los primeros ejemplos del género espejo de príncipes (Ciropedia / Jenofonte) y como marco general el resumen en un solo volúmen de La guerra del Peloponeso de Donald Kagan, quizás el manual más completo del tema, en 4 volúmenes, aunque el autor se apiadó de los simples mortales y nos regaló un excelente panorama general en un solo volúmen). 

 Y más cosas. Si agrupamos toda la información acerca de estos temas que tiene la wikipedia y fabricamos un pdf con ella, tenemos el kindle lleno de material interesante.  Se pueden descargar gratis los clásicos y por  un módico precio las demás obras, aunque con algo de paciencia hasta las verdes caen.

...Buf! Se me olvidaba: he empezado diciendo que bubo para obludir.