lunes, 30 de octubre de 2017

Un garbeo por Italia

Entrada dedicada a todos los que han hecho posible este viaje
 en especial a la gente del Archivo 
y de la red de Bibliotecas Publicas Municipales de Elche

Hace ahora  un año amigos y compañeros de trabajo me dieron la agradable sorpresa de hacer realidad uno de mis sueños con un espléndido regalo de jubilación: visitar Florencia. La estancia, pese a algunos inconvenientes derivados de la cancelación del vuelo de retorno (aunque no tanto como se verá) ha superado con creces las mejores expectativas. Me queda la sensación de que hay que volver, terminar de ver la ciudad y sus monumentos. Cuatro días en Florencia no dan suficiente tiempo para quien gusta de transitar sin demasiadas prisas.

Y esto lo digo pese las limitaciones; el centro histórico estaba abarrotado de turistas desde primeras horas del día con auténticas oleadas de orientales cada poco tiempo; las colas fueron interminables casi a cualquier sitio, incluso los abonos para pasar de las colas: colas para comprarlo y colas para entrar. Con todo los inconvenientes son un peaje que hay que pagar. 

No aburriré al lector con una crónica del viaje, solo algunos detalles, de los muchos que llamaron mi atención.
Nada más llegar nos metimos  en los Uffizi. Pasado el medio día (desde las 9 de la mañana) hice lo que nunca he hecho, abandonar un museo o pinacoteca saturado. No me sirve de consuelo la excelente guía digital:

Galería de los Uffizi. Guía oficial todas las obras:

https://books.google.es/books?isbn=8809029216
así que queda anotado volver a terminar 


Grutescos en el techo de los Uffizi



Vistas de Florencia desde la Gallería alta


Reproducciones renacentistas de esculturas clásicas

Palazzo Pitti. 

Acceso al Ponte Vecchio. Al fondo parte del corredor vasariano. La vía de escape de los Medici 
Fauno en Piazza della Santissima Annunciata
Panorámicas desde el Duomo



El reloj del Duomo, funcionando puntual. La hora religiosa. Hay que entrar a la catedral, internarse en su bóveda central y girarse para saber la hora.  La hora laica, sobre la torre del Ayuntamiento de Florencia que cualquiera, desde cualquier punto de la ciudad, puede saber levantando la vista.

Battisterio de San Giovanni

https://it.wikipedia.org/wiki/Cantoria_di_Luca_della_Robbia
En la Galeria de la Academia,La Cantoria de Putti (amorcillos) de Luca della Robbia me pareció de una exquisitez asombrosa por su técnica, como se puede apreciar, creo. Contemplando este bajorrelieve me vino a la cabeza Savonarola y su ejército de niños a los que usaba como modelo espiritual por su sencillez y su pureza y también como instrumento para denunciar los objetos de pecado, desde los perfumes a los libros profanos que terminaban quemados en la hoguera de las vanidades. Por cierto el objeto que revestía la cantoría era un púlpito...
Volveremos
Bolonia
El final del viaje estaba pensado con un día en Bolonia con un casco histórico más que notable (y una de las cunas de la cultura paneuropea) para salir desde allí rumbo a Alicante, pero la compañía canceló el vuelo, así que tuvimos que prolongar la estancia un día en Roma para salir desde Fiumiccino. Ya habíamos estado ocho días hace unos cuantos años, así que nos limitamos a pasear, dado que el Mausoleo de Augusto y la Domus Aurea que tenemos pendientes de ver estaban cerrados. Deambular por Roma es un lujo. Si alguien va le recomiendo mi deporte favorito: entrar a las iglesias. Es gratis y además en general se encuentra uno con un barroco deslumbrante, más cabal incluso que el ibérico pues no en vano es la cuna espiritual de la contrarreforma.

Palmera. Fuente de los cuatro ríos de Bernini, Piazza Navona
Así que...¡Tambien Roma!.